El 23 de julio de 2014 se anunciaba el acuerdo entre el FC Barcelona y el Valencia CF según el cuál el francés Jeremy Mathieu pasaba a formar parte de las filas azulgranas a cambio de 20 millones de euros, al contado. La defensa del Valencia se quedaba sin los dos centrales de la temporada pasada al previamente haber rescindido al portugués Ricardo Costa.
Lim todavía no había llegado, por lo que el director deportivo del conjunto ché se vio obligado a trabajar con las cifras que ya venían siendo habituales dada la delicada situación económica del club. Dos semanas después de anunciarse lo de Mathieu, se hace oficial la incorporación de Skhrodan Mustafi, proveniente de la Sampdoria, a cambio de 8 millones de euros.
A la llegada de Mustafi, hay que sumar la de Nicolás Otamendi, que estaba cedido en Botafogo y ya había sido firmado en el mercado invernal por una cifra que ronda los 12 millones más 3 en concepto de objetivos. En total, el Valencia CF invirtió en su eje central entorno a 20 millones, los mismos que ingresó a tocateja por el central francés.
Una revolución total en una posición delicada. Los resultados no han podido ser mejores: la última vez que el Valencia había encajado 13 goles en 16 partidos (0.81 por partido) jugados fue la temporada 2004/2005, en la que Ranieri estaba al cargo del equipo y Marchena era un fijo en la zaga junto a David Navarro y Ayala. El conjunto ché ha dejado a cero la portería ante Rayo Vallecano, Eibar, Córdoba, Getafe, Málaga y Athletic.
A Mathieu tampoco le están yendo nada mal las cosas en Barcelona (a pesar de la avalancha de críticas que acarreó su fichaje), dónde han recibido 7 goles en los 16 partidos disputados.
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